14 may 2009

Lo ominoso (a propósito del "monstruo de Mendoza")

19:39

13/05/09
Por Andrea D'Atri
El caso del hombre que violó a su hija, sistemáticamente por más de veinte años, con la que engendró siete hijos-nietos y que los medios insisten en titular “el monstruo de Mendoza”, conmueve al país y al mundo. En todas partes se habla de este caso, se opina, se analiza, se repudia y se abren interrogantes de la más diversa índole: ¿es el incesto un delito? ¿quien comete estos crímenes es un delincuente o un enfermo? ¿cuál es la responsabilidad de la madre en el asunto? ¿y cuál le cabe a la hija misma, víctima de las violaciones?La sociedad se espanta. Y ante tanto espanto, es tranquilizador atribuirle el epíteto de “monstruo”. “Monstruo” es, según el diccionario, una “producción contra el orden normal de la naturaleza”: algo insólito, extraño, una rareza, lo que resquebraja la norma y lo esperable, lo cotidiano, lo conocido.La sociedad se espanta y entonces, nada mejor que suponer que se trata de un “monstruo”, por lo tanto, una criatura única, extra-ordinaria. Ese pensamiento nos tranquiliza, apacigua la angustia. Si es excepcional, no tenemos de qué preocuparnos. No volverá a ocurrir algo así. No, en lo inmediato; no, en nuestra cercanía. Las estadísticas, en esto, nos sosiegan.Pero lo monstruoso, por definición, es aquello que se muestra, aparece, irrumpe (¿no comparten, acaso, la etimología monstrum y monstrare?). En Mendoza como en Amstetten, en cambio, hubo largas historias de silencio, de ocultamiento, de secretos, de escondidas.Lo que aterra de estos casos, entonces, no es lo monstruoso, no es la rareza que irrumpe para mostrarse en el orden cotidiano. Parafraseando al padre del psicoanálisis, podemos decir que lo que nos hace estremecer es precisamente lo familiar que se sabe secretamente desde hace mucho tiempo.Sigmund Freud, en su artículo titulado Lo ominoso, analiza el término en alemán unheimlich, conformado por un prefijo negativo más el término multívoco heimlich, que significa lo familiar, lo íntimo, pero también “lo que estando destinado a permanecer en el secreto, en lo oculto, ha salido a la luz.”¿No es acaso esta familiaridad la que provoca la angustia de quienes, como espectadores inusitados, asistimos a la revelación de aquello que “estaba destinado a permanecer en secreto”?La angustia deviene entonces, quizás, de reconocer que estas espeluznantes historias no son anómalas. Para muestra, baste saber que, apenas se divulgó el caso del “monstruo de Mendoza”, la línea telefónica provincial para denuncias por abuso sexual y maltrato, recibió más de cien llamadas en apenas un rato.Que no se trate de algo extravagante, nos obliga por tanto a pensar en qué mundo vivimos, bajo qué condiciones se reproducen una sociedad y sus instituciones (incluyendo la “sacrosanta” familia) capaces de provocar tamañas miserias humanas.El gobernador de Mendoza, Celso Jaque, salió a respaldar a la justicia que, aún habiendo recibido las denuncias del caso, no actuó durante tantos años: dijo que “hay que mejorar toda la sociedad, no sólo las instituciones.” Y pidió “recuperar los valores”.¿Qué sociedad hay que mejorar? ¿Ésta, heredera de un milenario patriarcado martirizador, hundida en la decadencia infinita de un capitalismo en crisis? ¿Qué valores? ¿Acaso aquellos que señalan que las mujeres somos objetos y no sujetos; los que indican que los hombres no lloran y poseen por la fuerza, a su antojo; los valores que rotulan que hay seres humanos inferiores y otros superiores destinados a ejercer su dominio mediante la imposición del terror y el abuso?La sociedad en la que vivimos, dividida entre un puñado de poderosos parásitos y millones de parias condenados a la explotación, la humillación y la miseria, origina, reproduce y legitima esos valores. Valores que incuban a los familiares (dramáticamente familiares, trágica y aberrantemente familiares) monstruos (ominosos) de Mendoza.

Comunicado de Prensa: Repudiamos aberración contra joven mendocina e impunidad de la justicia

19:38

Lunes 11 de mayo de 2009
Hace días se conoció el calvario de una joven mendocina violada durante más de 20 años por su padre y madre de 7 hijos producto del sistemático abuso. “Repudiamos la aberración a la que fue sometida, pero también la impunidad de la que ha gozado este hombre”, declaró Jazmín Jimenez, candidata por el PTS del Frente de Izquierda de los Trabajadores Anticapitalista y Socialista (FITAS) y dirigente de la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas.
Y agregó: “miles de mujeres sufren éstas y otras vejaciones, pero pocas se animan a denunciarlo, justamente porque saben el calvario que les espera por parte de la justicia, la policía y otras instituciones del Estado que, como en el caso de esta joven, hacen la vista gorda o terminan revictimizando a las mujeres.”
Jazmín Jimenez finalizó: “denunciamos la responsabilidad del gobierno provincial y su justicia y exigimos la condena efectiva al abusador, así como la implementació n de todas las medidas necesarias para garantizar la salud y condiciones de vida de la joven. Exigimos refugios u hogares transitorios para las víctimas de violencia, garantizados por el Estado y bajo control de las propias víctimas, organizaciones de mujeres y trabajadoras, con gabinetes de profesionales y especialistas, sin presencia policial ni judicial, y llamamos a poner en pie un gran movimiento de lucha para arrancar nuestros derechos”

7 may 2009

"Quieren volver a condenar a Romina y ocultar el infiero pentenciario"

13:56

Por Pan y Rosas - Jujuy
(Pan y Rosas - Jujuy, 27/04/09) Una vez más intentan doblegar a Romina Tejerina. Esta vez, le inventan una causa penal por lesiones leves en un incidente del que Romina fue justamente víctima, como han denunciado decenas de organizaciones en todo el país desde el mes de marzo. En esa oportunidad Romina fue rescatada por personal del servicio penitenciario cuando era atacada y su relato coincidió con el del Director del Penal, dejando en claro la falta de garantías respecto de su integridad. Esto fue ratificado por la justicia, que dio lugar al pedido de habeas corpus, pues fue la joven quien padeció la agresión (motivo por el cual, lógicamente, no fue sancionada... aunque tampoco debidamente asistida)
Soledad Ramos, Consejera Estudiantil de la Facultad de Humanidades y de la agrupación Pan y Rosas, declaró: “En la visita que hicimos recientemente junto a la delegación de personalidades, diputadas y organizaciones al Penal constatamos que durante seis días tuvieron a una menor que intentó suicidarse en una celda sin luz, cama o baño, y fue trasladada ante nuestra llegada. También aislaron a Romina cuando fue víctima de estos ataques. Por eso denunciamos que quieren montar una campaña que demonice a Romina, ocultando el verdadero infierno que padecen las internas, en su mayoría mujeres pobres, mientras esta justicia para ricos permite que el genocida Bussi pase su condena en un country en Tucumán".
Sol Bajar, docente de la UBA, agregó: “El recrudecimiento de los hostigamientos contra Romina es el resultado del despotismo y la violencia con que actúan quienes la condenaron injustamente, como la justicia, la iglesia, el gobierno y los partidos patronales. Esta es su respuesta a las acciones que venimos impulsando por su libertad, el cese de los hostigamientos y una mejora en sus condiciones de vida dentro del penal. No es casual que esta causa judicial aparezca la misma semana que Romina debe rendir su última materia del secundario para acceder a la universidad.”
Pan y Rosas hace responsables a la justicia, al servicio penitenciario, al gobierno provincial y nacional, de la integridad física y psíquica de Romina y de todas las internas y exige el cumplimiento inmediato de las condiciones mínimas que aseguren la vida dentro del penal.
  • ¡Basta de hostigamientos contra Romina!
  • ¡Exigimos su libertad inmediata e incondicional!
  • ¡Bastas de violencia hacia las mujeres!

LAS MUJERES EN LA TV - El zapping de la violencia

11:35


Por Andrea D’Atri
Primer click
Volvió Marcelo. Y arrasó con más de 40 puntos de rating, que es algo así como 4 millones de televidentes. No vamos a hacer una crítica sobre su propuesta de entretenimiento, sólo llamar la atención sobre algo que pretende hacer reír (supongo que, exclusivamente, a la platea masculina) y, sin embargo, en algunas mujeres –como quien suscribe- provoca angustia e indignación.
La “jodita para Tinelli” vuelve a ser un falso programa con invitados, en el que todos son cómplices, menos una joven modelo boliviana. Los demás, al principio, resultan pesados, tontos... pero la broma termina cuando uno de los falsos invitados se desnuda íntegramente delante de la chica, obligándola a ver sus genitales que, luego, son discretamente pixelados en la versión editada para la teleaudiencia.
Según la Ley 25.087 debe pagar una multa “el que ejecutare o hiciese ejecutar por otros actos de exhibiciones obscenas expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros.” Esta ley incluso, prevé penas mayores si el tercero o la tercera involuntaria es menor de edad. Pero probablemente, Tinelli pague la multa correspondiente... El punto es que si causa angustia e indignación es, quizás, porque casi no hay mujer que, en su infancia o adolescencia, no haya padecido esta situación involuntariamente, sin comprender muy bien de qué se trataba, pero sintiendo que se la vulneraba en algún lugar profundo de su intimidad. La mayoría de las víctimas de los exhibicionistas son menores de edad y, por supuesto, del género femenino. Por eso no nos causa gracia ver que la escena se repita por TV, en clave de broma, aunque la víctima tenga un par de años más que los necesarios para que la ley la considere mayor de edad. Porque aun siendo mayor, de eso trata la “integridad sexual”, es decir, de la libertad de cada uno respecto de la esfera sexual en la que nadie puede introducirse sin su voluntad.
Segundo click
Cambio de canal, para respirar otro aire. La publicidad de autos señala que una mujer se convierte “verdaderamente” en tal, en el momento de parir. Pienso ¿qué soy yo, entonces, que he decidido no ser madre? ¿qué es mi amiga que decidió adoptar amorosamente porque no podía quedar embarazada? ¿Falsas mujeres?
Pero la publicidad continúa señalando de qué manera un hombre se convierte en “verdaderamente” hombre. Y entonces, nuevamente el delito aparece fortaleciendo la imagen de masculinidad. El tipo se hace hombre cuando su padre lo lleva al prostíbulo a debutar sexualmente. Es sólo algunos segundos de una imagen oscura. Basta una luz rojiza, una mujer con minifalda apoyada contra una puerta, la palmada del hombre mayor en la espalda del joven.
Los segundos cuestan millones en televisión y, entonces, no hay tiempo para decir que más de 600 jóvenes se encuentran desaparecidas en nuestro país, en los últimos años, secuestradas por redes de trata y prostitución. Que en esos prostíbulos de luz rojiza, son muchas las que se encuentran esclavizadas, luego de quitarles sus documentos, su dinero, luego de haber sido introducidas involuntariamente en el consumo de drogas y de haber sido violadas grupalmente para “ablandarlas” –como dicen los proxenetas en su jerga-. Los segundos cuestan millones, por eso, más vale usarlos para poner en primer plano la marca del auto que te convertirá en un “verdadero” hombre.
Tercer click
Cambio de canal, nuevamente. El noticiero presenta un informe sobre la violencia contra las mujeres. Una mujer es asesinada cada tres días en Argentina. En 2008, 105 mujeres fueron asesinadas por sus parejas y, en lo que va de este año, los crímenes ascienden a 38. La mayoría son jóvenes: un tercio de estas mujeres que fueron asesinadas el año pasado tenían entre 15 y 24 años. El dato es periodístico, porque no hay cifras oficiales sobre la violencia contra las mujeres en nuestro país.
¿No te hace un click?
La violencia contra las mujeres se origina allí: en un sistema que se sostiene en el uso monopólico de la violencia institucional por parte de una clase dominante contra millones de explotadas y explotados. Más allá de las declamaciones de los gobiernos y las instituciones del Estado, es este mismo sistema –con su estado, sus fuerzas armadas, la Iglesia, la policía, etc.- el que no puede erradicar tanta violencia, porque al mismo tiempo la legitima, la reproduce, la sostiene, la justifica. Y la televisión, indudablemente, también hace su parte.